miércoles, 20 de marzo de 2013

"Eat Pray Love" Elizabeth Gilbert

"...every city has a single word that defines it, that identifies most people who live there. If you could read people’s thoughts as they were passing you on the streets of any given place, you would discover that most of them are thinking the same thought. Whatever that majority thought might be - that is the word of the city. And if your personal word does not match the word of the city then you don’t really belong there."


"The Yogis, however, say that human discontentment is a simple case of mistaken identity. We're miserable because we think that we are mere individuals, alone with out fears and flaws and resentments and morality. We wrongly believe that our limited little egos constitute our whole entire nature. We have failed to recognize our deeper divine character. We don't realize that, somewhere within us all, there does exist a supreme Self who is eternally at peace. That supreme Self is our true identity, universal and divine."

Bhagavad-guitá


"It is better to live your own destiny imperfectly than to live an imitation of somebody else’s life with perfection.”

Virginia Woolf

“Across the broad continent of a woman's life falls the shadow of a sword. On one side all is correct, definite, orderly; the paths are straight, the trees regular, the sun shaded; escorted by gentlemen, protected by policemen, wedded and buried by clergymen, she has only to walk demurely from cradle to grave and no one will touch a hair of her head. But on the other side all is confusion. Nothing follows a regular course. The paths wind between bogs and precipices; the trees roar and rock and fall in ruin.”

viernes, 15 de marzo de 2013

Condiciones

El problema son los condicionales. Si no existieran uno sería mucho más feliz. Si uno no tuviera siempre en la cabeza frases como “debería funcionar bien” o “debería ser más fácil” o “con esto debería andar”, entonces las cosas serían distintas. Estoy segura de que la persona que inventó el nombre ya se había dado cuenta de la calamidad que estaba nombrando. Nunca los condicionales fueron buenos. Si uno no estuviera condicionado por un resultado, cualquier resultado le vendría bien y lo sorprendería. Si uno no pensara que debería funcionar, no le frustraría tanto que no funcione y lo pondría mucho más contento el simple hecho de hacer algo.
Ninguna condición es buena. Por eso se valoran tanto frases como “te lo presto sin condiciones” o “un amor incondicional”. Uno sería mucho más libre si viviera sin pensar en condicional, se viviría mucho mejor si uno no se detuviera a pensar “que pasaría si” o “y entonces que”. Todavía no estoy segura de si uno piensa esas cosas por el bien propio o el ajeno, aunque a veces creo que es difícil notar la diferencia. Siempre es mucho más fácil y menos egoísta pensar que uno hace las cosas por lo demás, se siente mejor, más altruista. Y ni hablar de que así uno ya sabe de antemano a quien echarle la culpa si las cosas no salen como planeado.
Volviendo a los condicionales, no sólo los terminados en “ia” son despreciables, también las cláusulas condicionales dejan mucho que desear. “Si terminas el colegio, te compro un auto”; “si digo esto, me va a perdonar”, “si hago esto, me va a querer”… frases que le sacan sentido a la acción en sí. Uno deja de concentrarse en la acción para enfocarse sólo en el resultado final. Uno termina haciendo las cosas por lo motivos equivocados. O “te lo presto, si no lo rompes”. Mi hermana usaba siempre esa frase y me sacaba de quicio. ¿En serio pensaba que lo iba a romper a propósito? ¿Y dónde se ha visto que me ponga una condición que es ajena a mí? Demás está decir que no lo voy a romper intencionalmente (aunque con tremenda condición casi se lo merecería) pero …¿y si se rompe? ¿Me lo despresta? ¿Para que poner una condición que no condiciona nada? Salvo mi tranquilidad, claro. “Te lo presto, pero no me lo ensucies” Si pensás que te lo voy a ensuciar a propósito, ni me lo prestes. O prestás sin condiciones, o no prestás. O das sin condiciones, o no das.


Silvina Ocampo dijo: “Las desilusiones me gustaban, y me gustan, porque cuando algo resulta distinto, aún cuando se trate de una decepción, siento que me sumerjo en un mundo desconocido”.
Ni mi lado más acérrimamente positivo puede verle el gusto a las desilusiones, aunque debo confesar que me dió un poco de envidia que alguien pueda tomárselas de esa manera.

Impresiones de allá lejos y hace tiempo


Miércoles 5 de noviembre de 2008

Debo reconocer que tuve un momento (o día) de flaqueza el lunes, en general desde la tarde y que empeoró para la noche (creo que el síndrome lunes de me agarro desprevenida!) No se que me pasó pero de repente un yo caprichoso se apoderó de mi yo práctico y no sentimental y casi le gana la batalla. Es largo de explicar y ridículo y me hizo enojar conmigo misma pero al final mi yo de siempre ganó y ya se acomodó en el lugar hermoso en el que está.La verdad que me frustra un poco nunca llegar a la montaña pero me encanta encontrarme la montaña en donde menos la espero: entre los edificios, al final de las calles, entre dos paredes, entre dos autos, atrás de un árbol…

"Remedios de Escalada, el Escándalo y el Fuego en la Vida de San Martín", Silvia Puente

"En los inicios están las mismas razones que en los finales. Quien pueda leer los signos de lo que se inicia podrá prever su final. Pero quizá la única manera de vivir sea ignorarlos, porque conocer el final nos llenaría de espanto, nos paralizaría..."


"Para él estaban hechos los crepúsculos, no los amaneceres. Como si al borde de la oscuridad total, de la muerte, el problema dejara de ser morir y comenzara a ser cómo vivir."