lunes, 22 de abril de 2013

viernes, 19 de abril de 2013

miércoles, 10 de abril de 2013

lunes, 8 de abril de 2013

"bestiaria.blogspot.com"


A diferencia de los hombres, las mujeres no soñamos con desprolijidad. Nuestras fantasías son el cuadro hiperrealista de un artista obsesivo. No nos alcanza pensar en un par de brazos fuertes o en un millón de dólares caído del cielo. Para fantasear como se debe, las mujeres necesitamos verosimilitud marcial.
Si vamos a soñar que nadamos en dinero, antes de gastar un centavo virtual necesitamos saber cómo llegó esa plata a nuestras manos, si retiramos una suma fija del banco o tenemos baldes llenos de monedas, si vamos a dejar de trabajar de por vida o si vamos a seguir haciéndolo por placer.
Este vicio, sin embargo, tiene efectos colaterales que nos perjudican. {…}
El segundo, es que tenemos miedo de que se nos suelte el último cable conectado al sentido común y se nos borre el delicado límite que separa la realidad de la ficción. Que un día, presas de un delirio romántico, entremos al aula de la universidad vestidas de novia, con todo el maquillaje corrido, a decirle que sí, que nos vamos a casar, a un profesor que apenas si retiene nuestro apellido.

Una mirada diferente (de mi propia persona)